Leyenda del Alicucú (Final)

A media noche, mientras dormía tranquilamente después de otra jornada de duro trabajo, se despertó al caerle en la cara un pedazo de adobe del techo.
Al abrir los ojos se levanta como un relámpago, al igual que su mujer y los niños porque todo temblaba. Se caían los pocos enceres que el humilde hogar tenía. Si bien su familia se encontraba asustada, Ismael estaba aterrorizado.
De repente, todo se calmó, como si hubiera sido un sueño. Ismael, con su rostro desencajado, sacó valor y pegó un grito que se escuchó hasta en la pulpería del Puente que estaba a una legua:
–¡Lechuza i mierda, me has engualichao el rancho!, vociferó con furia.
A la mañana, los diarios de Buenos Aires, titulaban con grandes letras de molde: “¡Terremoto en el Río de la Plata!”, agregando: “el cimbronazo mayor fue a las 3:20 de la mañana, se sintió hasta en el interior de la provincia de Buenos Aires”.

                                      Libro  "Aves con historia"